Las luxaciones pueden diferenciarse entre luxaciones propiamente dichas que constan de la separación permanente de las superficies articulares y las subluxaciones definidas como una separación parcial de ellas.

Sus síntomas son: dolor muy agudo, hipersensibilidad a la palpación, deformidad, Edematización de los tejidos blandos circundantes e impotencia funcional.

La forma adecuada de tratar a un paciente luxado es inmovilizar la articulación en la posición en la que se encuentre, eliminar toda alhaja que posea la persona, no intentar reducir la luxación, trasladar lo antes posible a la persona hasta el centro médico más cercano.

Un esguince se define como una separación de forma momentánea de las superficies articulares provocando un desgarro de los ligamentos que las unen.

Los hay de diversos tipos: Desgarro menor (primer grado), parcial (segundo grado) y completo (tercer grado)

Su sintomatología consta de dolor intenso, tumefacción circundante a la zona afectada, enrojecimiento, imposibilidad de realizar movimientos a causa del dolor.

En estos casos se recomiendo mantener elevado el miembro afectado y colocar frío local. Inmovilizar la zona con un vendaje y trasladar a la persona hasta el centro médico que se desee (no se requiere de ambulancias o traslados especiales) Siempre hay que recordar de quitar las alhajas o cualquier accesorio del miembro afectado.